Habría sido insufrible ver a ese pedazo de cachas haciéndole el boca a boca a la divina de Marina, desenfundé mi revolver M19 de 9 mm y sin dudarlo un momento, le disparé antes de que él pusiera su boca en esos labios carnosos de botox. Un solo disparo entre ceja y ceja, puntería perfecta.
No tuve ni un segundo para disfrutar la hazaña. Todas empezaron a gritarme y a insultarme. Pero, ¿cómo eran tan falsas, las muy zorras? Ellas la odiaban igual que yo. Si no están dispuestas a ganar, pues que no se conecten en modo multijugador, pero a mí, que me dejen ser quien quiero ser, aunque sea por un momento